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maria salas
::Hay que armarse de paciencia ya que atienden a muchos pacientes pero la atención del personal y en especial de Dr.Longobucco excelentes.
Adrian Pereyra
::Variedad de productos de optica
Alejandra Elola
::Hace mucho tiempo nos atendemos en el Centro junto a toda mi familia. Pero a partir de hoy no vamos mas. Fuimos a atendernos con la Dra.Peña, sin turno ya que los lunes es asi y atiende de 8 a 11. Por la mañana llame confirmando que atendia y en ese horario. Llegamos con mi hija 10,40 y como tenia 5 paciente para atender, nos rechazaron. Argumentando en forma incoherente, porque no fui mas temprano! Si estábamos dentro del horario que ellos estipularon!. Las empleadas de recepción son maleducadas, siempre están con malos modos. Noemi tendría que dedicarse a otra cosa igual que la otra persona que no se el nombre. Lamento que tanto por la Dra Peña que rechazo atendernos como por las recepcionistas, que no es la primera vez que no me gusta su trato, dejaremos de ir
Gustavo Espeche Ortiz
::Después de unos 30 años de atenderme con Longobucco decidí hoy (20-11-14) dejar de hacerlo ante la sistemática falta de respeto al paciente en cuanto a los horarios, en el consultorio de Marcelo T. de Alvear 2010. Muchas veces debí esperar más de media hora pese a llegar al menos 10 minutos antes de mi turno. A veces, pasados los 45 minutos, decidí retirarme tanto por una cuestión de dignidad personal como por tener que cumplir con compromisos y no cometer semejante falta de delicadeza con otros. La mujer que atiende -supongo que secretaria- se lava las manos ante el reclamo, cual empleada pública, diciendo que ella sólo da los turnos y no se hace cargo de lo que ocurre dentro del consultorio. Me consta que hace esa tareas desde los 80, por lo que no puede ignorar la cantidad de gente que espera largos ratos aún pasado su horario de atención. No puede ignorar tras todos estos años que el sistema de calcular 15 minutos para cada paciente no funciona, porque algunos demandan mucho más tiempo para su atención según el caso, y el retraso luego no se puede recuperar, por el contrario, se acumula, y se perjudica a más gente. Si no son capaces de cumplir con lo pactado con el paciente al otorgarle el turno, entonces que atiendan como en el hospital público, por orden de llegada y con un número, así la gente ya sabe que va a perder buena parte del día en la espera, y no se siente estafada ni se ve en apuros por programar su jornada conforme esa perspectiva. Además, se les hace firmar el recibo de atención antes de entrar al consultorio, lo que va contra los derechos del consumidor y puede generar hasta cobros indebidos a las obras sociales en los casos de quienes se retiran cansados de esperar (y la obra social, como al Estado, lo mantenemos entre todos los aportantes). No tengo quejas sobre la calidad profesional de Longobucco, pero la salud no es un negocio como una pizzería en la que se tiene que vender y vender para que funcione y acumular gente adentro para ganar más. Al margen de la ganancia del profesional, que no me incumbe y es incuestionable, a los pacientes se los debe atender -en todo el sentido de la palabra- no despacharlos como clientes en un bar al paso.
Marcelo Orero
::Fui muy bien atendido. Ir con tiempo porque se atiende mucha gente